1er PREMIO YRE A NIVEL NACIONAL The Young Reporters for the Environment (YRE)

YOUNG REPORTERS FOR THE ENVIRONMENT

1er Premio Nacional en la categoría LITTER LESS y modalidad «Articulo periodístico

LITTER LESS: SOSTENIBILIDAD Y RESIDUOS

Artículo realizado por Álvaro Moroño, Cayetana Holguín y Cristina López (4ºESO C):
Prácticamente la mitad de los residuos plásticos que se generan en Europa acaban en vertederos, pero la contaminación por plásticos no se concentra únicamente en vertederos, sino que se extiende a ríos, mares y océanos. Estos residuos llegan a través de derrames de buques, desagües urbanos o por el viento. Se calcula que anualmente van a parar a los mares y océanos unas 10 millones de toneladas de basura, con un 80% de plásticos; esto convierte a las masas de agua en el principal vertedero de plásticos del planeta. Un caso especial es el conocido como “Isla de la Basura”, una extensión con 1.400.000 kilómetros cuadrados formada por plástico suspendido. Y lo peor no solo es eso, un plástico tirado puede durar cientos de años hasta descomponerse.
Los principales residuos plásticos encontrados son: bolsas, globos, boyas, cuerdas, botellas, hilos, redes de pesca, desperdicios de cruceros y plataformas petrolíferas y pérdidas de contenedores. Las redes de plástico, perdidas por los pesqueros se enredan en multitud de especies marinas provocando heridas, restringiendo su movimiento impidiendo que puedan alimentarse o respirar. Los pequeños trozos de plástico que se encuentran en los océanos son ingeridos por los animales marinos, causando hambre y muerte en el mismo porque al tener el estómago lleno y no vaciarse el animal no puede volver a comer. Los aditivos químicos que contienen los plásticos contaminan el agua y en el caso de ser ingeridos, al animal. Éstos pueden convertirse en disruptores endocrinos, cancerígenos o provocar reacciones alérgicas, entrando en la cadena alimentaria. Según la ONG Plastic Pollution Coalition, los residuos plásticos matan más de un millón de aves marinas y 100.000 mamíferos marinos.
Pese a todo el pesimismo que se deduce de lo anteriormente expuesto, no faltan los argumentos para mantenernos optimistas, por ejemplo, la economía circular se postula como la gran apuesta de futuro para la Unión Europea. La idea es diseñar productos de forma que el proceso de fabricación, uso y desechado de dichos productos esté optimizado de manera que los residuos producidos en todas esas fases puedan ser reutilizados, así como el producto en sí. De esta manera, por ejemplo, se evita la sobre fabricación de productos, pues se repara el que ha sido dañado más fácilmente, o se utilizan piezas inservibles en éste para otros productos.
Encontramos también aplicaciones desarrolladas actualmente, como “System 001”: una barrera de 600 metros de largo que recogerá toneladas de plástico acumuladas en los océanos, empezando por la “Isla de la basura”. El System 001 mantendrá toda la basura posible en un único punto para que cada varios meses un barco la recoja. Posteriormente se llevará a tierra firme para reciclar todo lo que sea posible. Esta solución no es definitiva ni mucho menos, pero es un gran paso. Otras opciones son: prohibir las bolsas de plástico, restringir la cubertería de usar y tirar, o dotar a los países emergentes con fondos para lidiar con este problema, ya que son parte importante de los implicados. Lo que está claro es que, sin un cambio de mentalidad estos esfuerzos serán en vano.

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