El Duendecillo Travieso o cómo perder el miedo al agua en la edad infantil

En Educación Física han creado todo un universo mágico en Infantil, gracias al Duendecillo Travieso para que los «peques» dejen de lado el miedo y disfruten del agua. Empleamos la gamificación con el objetivo de mejorar la confianza de nuestros alumnos.

Uno de los pilares de nuestro Centro es el pensamiento emocional. Los alumnos aprenden a identificar y gestionar sus emociones. Pero esto no siempre es fácil, especialmente cuando nos enfrentamos a un reto nuevo y desconocido, como puede ser el medio acuático.

Sentimos miedo cuando percibimos un peligro inminente, real o no. Se producen una serie de cambios fisiológicos y psicológicos que nos advierten de que se aproxima un daño o una situación de amenaza difícil de soportar y controlar. Se trata pues de un sistema orgánico de supervivencia, una herramienta de autoprotección ante estímulos peligrosos y adaptativa al medio.

Los alumnos de infantil, se inician en el medio acuático a los tres años.  Es una situación nueva y estresante que puede generarles miedo y de no tratarse adecuadamente, puede convertirse en fobia y provocar aversión al agua.

El objetivo primordial es eliminar el estrés que puedan sentir y presentarles el medio acuático como un entorno divertido y natural. A través del proyecto de gamificación “El duendecillo travieso”, les trasladamos a un mundo mágico, donde aprenden a través del juego,  trabajamos la autonomía, la responsabilidad y lo más importante, ¡se divierten!

Desarrollo de la actividad

El agua deja de ser un territorio hostil para algunos “peques” cuando llegan a la piscina y ven cómo ha dejado todo el “duendecillo travieso”. Los «peques» de Infantil,  se quedan literalmente con la boca abierta cuando ven que las pelotas de colores están por todas partes y sus “profes” les cuentan que su misión es ordenarlo todo para que otros niños pueden disfrutar de las actividades en el agua.

Al crear un entorno mágico con el duendecillo, acompáñalo con canciones y darles una “misión” el miedo queda de lado y se ponen a la tarea.

Mientras están metiendo las pelotas en su lugar y sin darse cuenta, van disfrutando del medio acuático, se deslizan por toboganes, chapotean…

El duendecillo travieso tiene más travesuras preparadas para ellos…seguiremos informando.

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