El agarre en Judo: KUMI KATA

Si buscamos el mecanismo característico que más distingue al Judo de otras formas de lucha y el que más determina su personalidad no habrá muchas dudas para ponernos todos de acuerdo en que el agarre es lo que marca esa diferencia y confiere a nuestro deporte la versatilidad y la amplitud de posibilidades que han contribuido a que alcance un lugar de privilegio en relación con disciplinas como la grecorromana, la libre olímpica, el sambo o las distintas luchas regionales.

El judogui, traje de judo, es el elemento que permite ese agarre y, por lo tanto, abre paso a una impresionante variedad de técnicas tanto en NAGUE WAZA (lucha en pie) como en NE WAZA (lucha en suelo). El trabajo de las manos al controlar al adversario, en combinación con las distintas posiciones y los desplazamientos es lo que marca la calidad de esas técnicas.

El agarre básico se produce cuando con una mano agarramos la solapa de nuestro oponente y con la otra sujetamos la manga

La mano que gobierna, HIKITE, es la de la manga y TSURITE, la de la solapa.

Estas dos maneras de designar el trabajo de los dos agarres básicos definen muy bien la función a la que se refieren. La mano de la manga decide la dirección de los movimientos y controla las proyecciones..

La mano de la solapa tiene la doble misión de percibir las intenciones del adversario y disimular las propias, consiguiendo los desequilibrios y la ejecución de las acciones en el combate.

judo

 

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